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25septiembre 2024

Importancia de la detección a tiempo de la enfermedad de Alzheimer

La aparición de los primeros síntomas de Alzheimer es un momento vital para acudir al médico, porque se trata de un proceso continuo que deriva en una alteración de las funciones cognitivas y conductuales. En otras palabras, la irrupción de síntomas puede ocurrir cuando la enfermedad ya haya avanzado lentamente durante muchos años.

¿Cuál es la importancia de un diagnóstico temprano? Que los familiares y el entorno social más cercano pueden tener la oportunidad de conocer mejor los síntomas que se presentan y, de este modo, adelantarse a la progresión futura de la enfermedad con la opinión informada y consciente del propio paciente.

Un diagnóstico preciso permite elegir el abordaje óptimo para el paciente, ya que no todos los trastornos de demencia evolucionan del mismo modo. Es frecuente la coexistencia de distintas causas que pueden afectar a la capacidad cognitiva; es esencial realizar un buen diagnóstico diferencial.

Las actividades intelectuales y las interacciones sociales son esenciales para mantener el cerebro activo y retrasar los efectos neurodegenerativos.

Hay tres aspectos de prevención que se logran con el diagnostico oportuno de la enfermedad de Alzheimer:

  1. Prevención general: facilita la estimulación de la reserva cognitiva, sacando provecho de la capacidad del cerebro para establecer nuevas conexiones, a pesar de que algunas de ellas están destruidas por la enfermedad. Esto se logra con actividad física regular, control de la tensión arterial y una dieta balanceada que evite el riesgo de desarrollar diabetes.
  2. Prevención secundaria: protege al paciente de sufrir complicaciones, como las que se generan por caídas e intervenciones quirúrgicas, y controlar adecuadamente los medicamentos y su ingesta en las dosis correctas.

Muchos estados de demencia atribuidos a la cirugía son en realidad enfermedades neurodegenerativas cerebrales que quedan expuestas durante la hospitalización, que hasta entonces evolucionaban de forma gradual sin llamar la atención de la familia ni de los médicos.

5septiembre 2024

Sepsis: importancia de los equipos de diagnóstico en la detección temprana

La sepsis es la respuesta inmunológica extrema del cuerpo ante una infección. Esto provoca una disfunción orgánica. Dicho de otro modo, el organismo daña sus propios tejidos y órganos, lo que deriva en un choque e insuficiencia multiorgánica. Y si no se detecta a tiempo, puede provocar la muerte.

Hay mayor riesgo para desarrollar esta afección en los siguientes grupos de personas: personas mayores, mujeres embarazadas, recién nacidos, pacientes hospitalizados, pacientes en unidades de cuidados intensivos, personas con sistemas inmunitarios débiles (a causa del VIH o cáncer, entre otros), personas con enfermedades crónicas (renal, cirrosis, entre otras).

Algunos síntomas de la sepsis son:

  • fiebre o baja temperatura (hipotermia)
  • escalofríos
  • confusión o delirio
  • dificultad para respirar
  • respiración y frecuencia cardíaca rápida

    Para la detección temprana, factor clave en la prevención de la muerte por sepsis, es importante contar con equipos de diagnóstico, especialmente equipos de microbiología que puedan identificar los biomarcadores que revelan la ocurrencia de sepsis.

    Cada año, aproximadamente 31 millones de personas sufren un episodio de sepsis.  De estos, unos 6 millones de personas fallecen a causa de la sepsis.

    Fuente: Organización Panamericana de la Salud

    Los sitios más comunes para originarse una infección que derive en sepsis son: torrente sanguíneo, huesos (común en niños), intestino (generalmente con peritonitis) riñones (infección de las vías urinarias, pielonefritis o urosepsis), revestimiento del cerebro (meningitis), hígado o vesícula biliar, pulmones (neumonía bacteriana) y piel (celulitis).

    Por cada 1000 pacientes hospitalizados, se estima que 15 desarrollarán sepsis como complicación derivada de la atención de salud.

    Fuente: Organización Mundial de la Salud

    Los principales biomarcadores de la sepsis son la procalcitonina (PCT) y la proteína C-reactiva (PCR), que señalan infecciones graves y permiten diferenciar entre el origen bacteriano o viral, por lo que se pueden tomar decisiones rápidas y efectivas para el tratamiento y control de esta afección.

    La procalcitonina (PCT) es un polipéptido de 116 aminoácidos que se sintetiza fundamentalmente en las células C de la glándula tiroides y, en menor medida, en el tejido neuroendocrino de otros órganos como los pulmones y el intestino. Como está presente en la sangre en niveles muy bajos, cuando se estimula su producción es indicadora de citocinas inflamatorias y, revelando una alta probabilidad de sepsis.

    En tanto, la proteína C-reactiva (PCR) es una proteína que se produce en el hígado. Su concentración en sangre aumenta es signo de inflamación causada por enfermedades crónicas, que pueden o no derivar en procesos de sepsis.

    En Cruz-Ayala disponemos de la mejor tecnología para que nuestros clientes puedan diagnosticar con precisión y mejorar los resultados en el tratamiento de la sepsis.

    Los analizadores de Boditech analizan tanto ambos biomarcadores a través muestras de sangre, con reactivos que permiten un diagnóstico preciso y efectivo en poco tiempo. Para la PCT, están: AFIAS-1, AFIAS-6, ichromaTM -50, ichromaTM II e ichromaTM III. Y para PCR, además de los anteriores, se agrega el ichromaTM M3.

    13junio 2024

    Qué son las alergias y cómo detectarlas

    Una alergia se produce cuando el sistema inmunológico identifica como nociva una sustancia que normalmente no lo es, produciendo anticuerpos para defender al organismo. Dicho en otras palabras, es una respuesta inmunitaria de hipersensibilidad a sustancias normalmente inocuas.

    La alergia sigue el siguiente esquema que detallaremos a continuación. En las personas alergias, la primera exposición a los alérgenos los vuelve sensibles y producen los anticuerpos denominados inmunoglobulina E (IgE). Para la próxima exposición al agente alérgico, este se une a los anticuerpos IgE, de modo que el mastocito (un tipo de célula que abunda en los tejidos conectivos) libere histamina y otras sustancias químicas. Esto es lo que provoca los síntomas de la alergia, que pueden afectar la piel, el tracto gastrointestinal, el sistema cardiovascular y las vías respiratorias; variando de leves a muy graves.

    Hay cuatro tipos de alergias según el agente causante. Las alergias alimentarias, relacionadas con la comida, principalmente: huevos, leche, cacahuetes, frutos secos, pescado con aletas, marisco, frutas, verduras, soja y trigo. Luego están las alergias estacionales, vinculadas al polen de las gramíneas, el polen de los árboles, el polen de las malas hierbas y los insectos picadores. Igualmente, se tienen las alergias de interior, que se pueden desencadenar por la interacción con la caspa de animales domésticos, los ácaros del polvo, las cucarachas y el moho. Y por último, está el asma alérgica, la que se desarrolla a causa de algún alérgeno; especialmente por caspa animal, ácaros del polvo, insectos, polen o moho.

    Los síntomas más comunes de alergia son: goteo nasal, estornudos, tos seca y constante, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, sibilancias (sonidos agudos del tracto respiratorio), dolor de estómago, dificultad para respirar, erupciones cutáneas (como urticaria, eczema y dermatitis). También, picazón en boca u oídos; hinchazón de labios, lengua o garganta; o anafilaxis (una reacción grave que incluye pérdida del conocimiento, presión sanguínea baja y dificultad respiratoria severa).

    Se calcula que 262 millones de personas tenían asma en 2019, según el estudio sobre la carga mundial de enfermedades y lesiones publicado en 2020

    (Global burden of 369 diseases and injuries in 204 countries and territories, 1990–2019: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2019. Lancet. 2020)

    Ante cualquier sospecha o presentación de los síntomas descritos, es importante realizar pruebas que determinen si se es alérgico y a cuál sustancia. Existen varios tipos de pruebas de sensibilización a los alérgenos: las pruebas de punción cutánea y los análisis de sangre.

    El análisis de sangre de IgE específica mide la concentración, especifica como lo indica su nombre, de los anticuerpos en sangre.

    Las pruebas especificas tienen dos variedades: la de alérgenos completos, que ayuda a detectar más de 500 alérgenos completos y mezclas (entre ellos, pólenes, alimentos y caspa de animales) con una sola muestra de sangre; y la de componentes alergénicos, que ayudar a identificar las proteínas alergénicas que pueden estar causando los síntomas. Esta última permite que, al saber la proteína especifica que causa la alergia, el especialista pueda prever el nivel de riesgo que habría de reacción alérgica, si sería grave o leve, sistémica o localizada.