Prevención del cáncer de mama
Hasta el momento no hay una cura contra el cáncer de mama, por lo que la prevención es una decisión clave para atrasar o evitar esta afección. La mayoría de las investigaciones realizadas en este campo muestran que los cambios en el estilo de vida pueden disminuir las posibilidades de un cáncer de mama, incluso en personas con riesgo alto.
Los principales cambios en el estilo de vida están relacionados con el consumo de alcohol, peso saludable y actividad física.
- El consumo del alcohol aumenta el riesgo para cáncer de mama porque las bebidas alcohólicas contienen etanol, un carcinógeno que es capaz de aumentar el estrógeno en el cuerpo.
- El peso saludable varía de persona a persona, mantenerlo es un equilibrio entre alimentación balanceada, actividad física y vigilar los indicadores de salud.
- La actividad física, como se explica arriba, contribuye a mantener un peso saludable. Pero también incide en la regulación de las hormonas, reducción de la inflamación y mantenimiento del sistema inmunológico saludable.
- Una alimentación equilibrada puede ayudarte a mantener un peso saludable, que es un factor clave a la hora de prevenir el cáncer de mama; también podría disminuir la probabilidad de desarrollar diabetes, enfermedades cardíacas o accidente cerebrovascular.
Recomendaciones más específicas sobre alimentación orientadas a prevenir el cáncer de mama son:
- Alimentación balanceada y alta en fibra, que incluya brócoli, acelgas, espinacas, setas, uva y papaya.
- Disminución el consumo de azúcares y grasas.
- Practicar ejercicio al menos 30 minutos diariamente.
- Mantener un peso adecuado.
Factores protectores contra el cáncer de mama
Según la Organización Panamericana de la Salud (PAHO), hay factores que pueden proteger contra el cáncer de mama. Uno de ellos es la lactancia materna: muchos estudios epidemiológicos han analizado la relación entre la lactancia materna y el riesgo de padecer cáncer de mama. Los expertos indican que la lactancia materna puede reducir la incidencia del cáncer de mama hasta en un 11%.
Otro factor protector es la actividad física. De acuerdo con los mismos datos de la PAHO, hay estudios que revelan que es posible alcanzar una reducción promedio del riesgo del 25 % al 40 % entre las mujeres que se mantienen físicamente activas por comparación con las menos activas.
Igualmente, siempre es importante realizar una autoexploración mamaria mensual a partir de los 20 años, de preferencia al quinto día de la menstruación. Y la mamografía correspondiente en la siguiente frecuencia: a partir de los 34 años, en caso de antecedentes familiares; cada dos años a partir de los 40, y cada año al llegar a los 50.